Los jóvenes dominicanos, esos desconocidos
Trazar el perfil socioeconómico de los jóvenes dominicanos entre los 15 y los 29 años, y analizar las principales políticas y proyectos en materia de formación y empleabilidad dirigidos a los jóvenes en este país, son los dos objetivos principales que se abordan en esta investigación. Un trabajo de EDUCA, con el apoyo del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) y del proyecto Nuevos Empleos y Oportunidades (NEO-RD).
Los resultados obtenidos se basan en una combinación de fuentes secundarias de carácter oficial como la Encuesta Nacional de la Fuerza de Trabajo (ENFT) del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE); y entrevistas y grupos focales a profesionales del sector público y privado, así como a jóvenes de distintos puntos geográficos del país que se encontraban en búsqueda de empleo o habían salido prematuramente del sistema educativo, como fuentes primarias.
Situación de los jóvenes dominicanos
El nivel educativo de los jóvenes dominicanos es bajo, en el año 2016, el 41.6% de los jóvenes entre 19 y 24 años no había completado la secundaria, y el 24% de jóvenes que lograron completar este nivel, no se matricularon en el nivel superior. Al tiempo, la tasa de desempleo juvenil cifrada en el 26% pasa por ser la mayor de la región.
Estas cifras se explican, según los datos recogidos en la investigación, por factores estructurales de tipo social y económico. El 64.7% de los jóvenes entre 25 y 29 años que pertenecían al quintil de más bajos ingresos, no completó la secundaria, mientras que esa proporción fue de 22% en los jóvenes de la misma edad pertenecientes al quintil de más altos ingresos. La situación se precariza todavía más para el caso de las mujeres debido a los altos niveles de embarazo adolescente y de unión temprana, lo que explica que el 39.8% de las jóvenes haya abandonado la escuela por razones familiares.
La situación se repite en el caso del empleo. En el año 2016, los jóvenes de hogares de los quintiles 4 y 5 presentaron niveles de desempleo por debajo del nacional, mientras que aquellos jóvenes pertenecientes al quintil 1 presentaron una tasa de desempleo tres veces superior al promedio nacional
La combinación de estos dos fenómenos, deserción escolar y desempleo resulta en que el 20% de la población entre 15 y 29 años no estudia ni trabaja. En este estudio se identifican con el término “SIN-SIN”, jóvenes SIN las competencias requeridas por el mercado de trabajo, y SIN oportunidades para acceder a una vida digna y próspera.
Esta situación a la que se enfrentan los jóvenes dominicanos aumenta su vulnerabilidad y la exposición a situaciones de violencia y criminalidad. En 2016 esta situación se evidenció en la muerte por homicidio de 422 jóvenes, representando al 44.3% del total de las muertes por esta causa.
Políticas y proyectos en materia de formación y empleabilidad
Además de las becas y pasantías del MESCyT y el Ministerio de la Juventud para elevar el nivel formativo de la población joven, se destacan programas de formación dual como Juventud y Empleo, impulsado por el Ministerio de Trabajo, el cual incluyó modalidades de capacitación (técnica, socioemocional y de emprendimiento) y de vinculación laboral (pasantías, mentorías para el autoempleo y oportunidades de empleo temporal), o iniciativas como NEO-RD de fortalecimiento de la calidad de la educación técnica, la capacitación en habilidades blandas y la instalación de oficinas de intermediación laboral en los centros educativos.
Los análisis subrayan la utilidad de tales programas pero también algunas deficiencias estructurales, como la ausencia de bases legales que regulen la relación laboral entre el empleador y el joven contratado, o la escasa atención que reciben en estos programas la población más vulnerable (jóvenes que no concluyen la educación primaria; involucrados directa o indirectamente en pandillas, crimen organizado o en el microtráfico de sustancias ilícitas; y que viven en condición de extrema pobreza).
La investigación se cierra con una serie de recomendaciones dirigidas a los responsables públicos para mejorar la situación de los jóvenes dominicanos en materia de educación y empleo, entre ellas:
- Crear un sistema integral de apoyo para los jóvenes como mecanismo de prevención del abandono escolar.
- Implementar medidas de carácter permanente en los centros educativos para reducir la incidencia del embarazo en la adolescencia y sus consecuencias en la tasa de abandono escolar.
- Diseñar programas de formación laboral, habilidades para la vida, y orientación dirigidos a jóvenes vinculados a bandas o pandillas y/o al consumo y microtráfico de sustancias ilícitas.