Mapa del abandono educativo temprano en España
La Fundación Europea Sociedad y Educación facilita un mapa del Abandono Educativo Temprano (AET) en España tras una investigación que ha considerado necesario abordar. En palabras de la propia fundación: “El abandono prematuro de la educación y la formación se ha identificado como uno de los problemas más graves del sistema educativo español. El logro de una sociedad con niveles educativos cada vez mayores influye positivamente no solo en el desarrollo económico y laboral, sino también en el progreso social”.
La Fundación Europea Sociedad y Educación es un centro de conocimiento especializado en análisis socioeducativo, y ha contado con un equipo interdisciplinar de investigadores que aportan, desde sus respectivas metodologías, una visión lo más completa posible del fenómeno del abandono escolar.
El estudio distingue tres áreas metodológicas distintas. En la primera se han explotado encuestas y registros administrativos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el Centro de Investigaciones Sociológicas y el Ministerio de Educación y Formación Profesional. El objetivo perseguido es ofrecer un panorama de la situación del abandono educativo temprano en los últimos quince años, explorando sus determinantes a través de la realización de ejercicios econométricos, así como las relaciones que se establecen con el ámbito personal y el mercado de trabajo.
En la segunda área, de carácter cualitativo, se han abordado tanto el abandono como el retorno educativo, haciendo uso de diferentes herramientas. Se ha realizado una extensa revisión de la literatura, identificando los principales factores de riesgo y de protección que generan una mayor “desvinculación” con el sistema educativo y, en consecuencia, acaban derivando en decisiones de abandono. Además, se han llevado a cabo treinta entrevistas biográficas en las que se ha prestado particular atención a las trayectorias educativas y laborales de los entrevistados.
La tercera y última área se focaliza en el análisis de los programas y actuaciones públicas destinadas a prevenir y reducir el abandono, prestando especial atención a enfoques basados en el desarrollo integral de los jóvenes.
Entre las conclusiones de los datos cuantitativos destacan:
- El fracaso escolar se encuentra en el origen del abandono: alrededor de las tres cuartas partes (72,5 %) de los que no han obtenido el título de la ESO acabaron abandonando prematuramente los estudios. La tasa de fracaso escolar en España se sitúa por encima del 20 %, siendo la más alta de la Unión Europea.
- Dos terceras partes del abandono educativo temprano es masculino, y a mayor edad, mayor abandono: el proceso de masculinización del abandono se intensificó en las etapas de bonanza económica al ofrecer el mercado de trabajo mayores oportunidades laborales a los jóvenes varones; además, a medida que los jóvenes avanzan en edad, la incidencia del abandono educativo temprano es mayor.
- La población extranjera abandona dos veces y media más que la nacional: en 2019 y en 2020, mientras que la tasa de AET es del 14,7 % y del 13,6 % para los españoles, respectivamente, en el caso de los extranjeros se eleva, en estos últimos años, hasta el 35,7 % (2019) y el 32,5 % (2020).
- La formación de los padres influye decisivamente en el abandono de los hijos, y las familias más vulnerables padecen el abandono con mayor intensidad: entre los jóvenes con madres que carecen de estudios posobligatorios, la tasa de abandono es del 26,3 % en 2019, y del 24,4 % en 2020; mientras que, cuando la madre tiene estudios superiores, la tasa de abandono registrada en 2019 fue del 4,0 %, y del 3,6 % en 2020.
- Los jóvenes que abandonan están sobrerrepresentados en los considerados peores empleos y con mayor temporalidad: la diferencia entre aquellos jóvenes que abandonan y los que no lo hacen es muy notable, pues en el primero de los grupos las ocupaciones elementales suponen alrededor de un 28 %, mientras que en el segundo tan solo son un 11 %. Por otro lado, en 2019, la tasa de temporalidad se sitúa entre el 60 y el 70 % para los jóvenes varones entre 18 y 24 años. En el caso de las mujeres, rondan el 70 % para todos los niveles educativos.
A lo largo del estudio cualitativo realizado, se ha puesto de manifiesto que el abandono educativo temprano es un fenómeno complejo y multicausal, en el que interactúan factores personales (falta de motivación, percepción negativa sobre la propia capacidad, malas decisiones), factores asociados a la institución escolar (transiciones educativas, repetición, relación negativa con el profesorado, orientación insuficiente, bullying) y factores asociados al contexto (desestructuración y problemas familiares, malas influencias entre iguales, pertenencia a minorías).
Las entrevistas recogen con detalle los pensamientos de los jóvenes que han pasado por procesos de AET:
- Uno de los aspectos más llamativos es el escaso “grado de conciencia” de los alumnos en el momento en que se produce la decisión de abandono; un hecho que deja patente el alto porcentaje de arrepentimiento posterior respecto de dicha decisión.
- La vivencia de las clases escolares por parte de personas con trayectorias susceptibles de abandono suele ser, por lo general, muy negativa. Son muchos los que consideran, por una parte, que los aprendizajes de la escuela no son útiles para la vida; y, por otra, que los estándares de aprendizaje superan sus capacidades.
- Entre este alumnado se ha detectado un intenso rechazo hacia la institución educativa; un rechazo consolidado a lo largo de sus reiteradas experiencias de fracaso que, en muchas ocasiones, retrasa o incluso llega a impedir el posterior retorno escolar.
En cuanto a la decisión de retorno, se ha visto cómo la relación entre los que abandonan y el mercado de trabajo (que se traduce en desempleo, empleo precario y estancamiento) es el principal desencadenante de dicha decisión, aunque también se recogen otros motivos como migraciones forzadas, el aliento familiar o la simple necesidad de “hacer algo”.
Por último, resaltan las observaciones más significativas del análisis de los programas y de las actuaciones públicas destinadas a prevenir y reducir el abandono, como que la mayoría de los programas de prevención son financiados y ejecutados por las administraciones educativas o por los propios centros escolares, o que la mayor parte de los programas de retorno se desarrollan por entidades sociales con financiación mixta o privada, siendo un número considerablemente menor.
También se destaca que los resultados de la gran mayoría de los programas desarrollados por las administraciones públicas no han sido objeto de evaluación, y que en el ámbito específico de la Formación Profesional se observa un intento de mayor armonización por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional, que ha asumido recientemente más competencias en lo relativo a la formación profesional para el empleo.